Heráclito dixit:

"Si la felicidad residiera en los placeres del cuerpo, proclamaríamos felices a los bueyes cuando encuentran para comer arvejas amargas"

23 abr 2012

De barbas y vecinos.

Reza el sabio refrán popular: "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar". 
Alguien me comentó en algún momento que en España no había una corriente filosófica propia porque cuenta con un gran refranero que resuelve todos los problemas, y también sus contrarios. Precisamente este de barbas y vecinos viene al pelo para darnos cuenta de la situación en la que nos encontramos. Por un lado una cantidad de parados inconmensurable, al más puro sentido khuniano. Por otro un gran número de trabajadores que han perdido sus derechos, los cuales ya estaban más que preparados para asumir esta perdida, al fin y al cabo, ya habían puesto sus barbas a remojo. Un poco más acá los "envilecidos" funcionarios, envilecidos porque todos los envidian y odian cuando hace unos quince años nadie quería trabajar para el Estado (la empresa que nunca quiebra). Estos últimos también en su esfera se preparan a que llegue nuevamente su turno del barbero. Los únicos que parece que aún no se han dado cuenta son los políticos.
Los políticos. En este país de tercera, cainita, de odios y envidias, grandes sombreros y un precioso refranero, aquellos son una especie de sacerdotes inviolables e incuestionables. Y si por casualidad a alguien se le ocurre censurarles se les encarcela o se les cesa de sus funciones. Y si por una casualidad aún mayor alguno de sus miembros o amigos fueran condenados... Aparece la figura del indulto, jejejeje. Esto es para mear y no echar gota.
Bien, estos señores piensan que el refrán no va con ellos. Que mientras al pueblo se le aprieta y se le pone en situación de desesperación, afeitando lo que ya no se puede afeitar porque padecemos de alopecia. Ellos no ponen sus barbas a remojar, como si no fueran un vecino más. Han olvidado que España no es Alemania, ni Inglaterra, ni siquiera es Grecia o Portugal. Aquí el pueblo actúa con nocturnidad y alevosía, y si no me puedo llevar por delante a este, me conformo con llevarme a alguien de su familia. Es un realidad triste, pero cierta.
Puede que hablar de "mafia" no se estile en nuestro país... pero sólo hay que ver los casos de Cabanillas e Izquierdos que se repiten una y otra vez. 
Spain is diferent!